martes, 10 de mayo de 2011

De compras en Roma...

Las tiendas en Roma abrían en las primeras horas de la mañana y cerraban a mediodía. Abrían luego de nuevo y permanecían así hasta el oscurecer. Se hacían transacciones comerciales dentro y fuera de los establecimientos.

Había peluquerías, librerías, tiendas de comestibles, panaderías, establecimientos de volatería, de muebles, sitios donde se expendían carnes preparadas. Existían unos cuantos prestamistas, pero los romanos ricos consideraban esta actividad una bajeza. Catón escribió: "Se puede ganar mucho prestando dinero, pero ningún noble puede ser prestamista." Los tenderos en su mayoría eran esclavos o ex esclavos. Los romanos tenían una pobre opinión de ellos. Pensaban que el tendero era un ser capaz de venderse a él mismo, siempre y cuando se le ofreciese una cantidad de dinero adecuada.

Uno de los artículos que mayor venta tenía era el aceite. Éste era empleado para alimentar a las lámparas y para cocinar. Utilizábase también para el aseo personal, en lugar de jabón. A diario, grandes cantidades de aceite pasaban de unas manos a otras. En el año 300 d.C., había 2.300 vendedores de aceite en Roma. Las excavaciones de Pompeya han permitido saber que las tiendas eran construidas frecuentemente junto a los domicilios particulares de los dueños.

Autora: Paula

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